En este artículo publicado en el Journal of Microbiology los autores investigan la respuesta de bacterias a los campos electromagnéticos, tanto estáticos como de radiofrecuencia.
En el rango entre 0 y 300 GHz de frecuencia, se distinguen varios tipos de campos electromagnéticos: (1) Estáticos, de frecuencia 0 Hz; (2) De extremadamente baja frecuencia, entre 30 y 300 Hz; (3) Radiofrecuencia, entre 30 KHz y 300 GHz.
Los autores repasan diversas investigaciones que han mostrado efectos negativos sobre la salud de la exposición a este tipo de campos, pero también unas pocas en los que la exposición supuso efectos deseados, como el incremento del efecto de algunos antibióticos ante campos de baja frecuencia.
El objetivo de esta investigación es analizar la respuesta de bacterias de la microbiota de la piel ante campos estáticos y de radiofrecuencia, con el fin de estudiar el patrón de crecimiento.
Metodología
Los autores emplearon cultivos de 3 bacterias comúnmente encontradas en la microbiota de la piel: Escherichia coli -ATCC 25922- , Pseudomonas aeruginosa -ATCC 27853-, y Staphylococcus epidermidis -ATCC 12228-. Esos cultivos fueron pre incubados por 24 horas y a 37ºC, para luego ser incubados durante 72 horas. Las muestras se recogieron por triplicado y fueron expuestas a dos tipos diferentes de campos estáticos: homogéneos y no homogéneos. Se creó un tercer grupo de control. La intensidad de los campos estáticos fue de 50 Gauss (0.005 Tesla).
También se emplearon bacterias de microbiota de la piel de 4 voluntarios humanos con alta y moderada exposición a teléfono móvil. Las bacterias fueron extraídas de las manos, barbilla y mejillas. Las muestras fueron expuestas a dos tipos potencias diferentes de radiofrecuencia: 1.563 mW y 0.783 mW.
Resultados e implicaciones
En relación a los campos estáticos, el crecimiento de las 3 bacterias utilizadas varió significativamente con respecto al grupo de control, y además de manera diferente. El crecimiento de Pseudomonas aeruginosa y de Staphylococcus epidermidis fue ralentizado, pero el de E. coli fue incrementado, tal y como muestra la siguiente figura:
Los resultados del experimento con radiofrecuencia en células humanas arrojaron también cambios en el patrón de crecimiento, aunque en este caso con interpretación más compleja debido a la diferencia entre los usos del teléfono móvil de los muestreados, a las diferentes zonas de muestreo (manos, mejilla, barbilla), y las divergentes potencias de emisión. La siguiente figura ilustra distintos patrones de crecimiento de las muestras para condiciones particulares. Como puede verse, en algunos casos el crecimiento se incrementa con respecto al grupo de control y en otros disminuye.
Limitaciones/Comentarios
Este estudio provee otra evidencia más de que la radiación electromagnética no ionizante produce efectos biológicos medibles en condiciones de exposición muy por debajo de los límites que imperan en la mayoría de los países. En el caso de la radiofrecuencia usada en este experimento, ese valor está varios miles de veces por debajo del límite.
Esta es la conclusión más importante de este estudio, al margen de que la manera en que afectan los campos estáticos y de radiofrecuencia al crecimiento de las bacterias de la piel es altamente complejo y variable en función del tipo de bacterias y de otras condiciones de exposición.
La gran limitación de este estudio, a mi juicio, es la misma que hemos comentado en otras ocasiones en estudios similares, y es el diseñar la investigación con demasiadas condiciones experimentales (exposición, tipos de bacterias, lugar de muestro, heterogeneidad de los sujetos) que hace muy complejo valorar los efectos encontrados, y además se incrementa el riesgo de encontrar resultados significativos sólo por azar.
En cualquier caso, este tipo de investigaciones debe de enterrar de una vez por todas la incomprensible y errónea cantinela de que los campos electromagnéticos no ionizantes no producen efectos biológicos más allá de los efectos térmicos (a densidades de potencia altas). Podemos admitir que el cómo afecta el Wi-Fi o los móviles a las células humanas es complejo, que probablemente se den resultados contradictorios que podrían ser debidos a variables moderadoras no tenidas en cuenta. Pero no deberíamos negar un cuerpo de evidencia tan amplio (este artículo es uno más); hacerlo es poco honesto desde el punto de vista científico.
Crabtree, D. P. E. et al. (2017). The response of human bacteria to static magnetic field and radiofrequency electromagnetic fiel. Journal of Microbiology, 55 (10), 809-815