El próximo 1 de diciembre de 2016 Stars for Workers comienza la campaña de mensajes directos para celebridades. Serán 12 estrellas cada mes, a las que dirigiremos mensajes en redes sociales.
Ya conocéis el objetivo y los valores de Stars for Workers, y he hablado extensamente en anteriores artículos sobre la problemática de la industria textil. Ahora vamos a ilustrar de manera muy sencilla la importancia de eliminar estas tremendas asimetrías que se generan en este sector entre los primeros eslabones de la cadena de suministro y el final de la misma, y las penurias que están sufriendo miles de trabajadores en diversos países para producir el producto del que se lucran las grandes empresas. Parte de esas estratosféricas ganancias van a parar a contratos de patrocinio con celebridades, que a su vez inflan sus cuentas corrientes con ese dinero que tienen poca externalidad positiva. No obstante, este última afirmación es matizable, ya que en algunos casos los deportistas comparten derechos de imagen con los clubes, y entonces la valoración de las externalidades se vuelve más compleja.
Las estrellas de diciembre de 2016
Estos son los 12 elegidos para nuestra primera campaña de mensajes. El criterio de elección es que hubiera diversidad en marcas, actividades e ingresos, y que estuvieran presente algunos de los más importantes patrocinados del momento.
Es difícil encontrar datos fiables sobre los contratos de esas estrellas, ya que en ocasiones son opacos, y en otras se accede a cifras aproximadas, que además están sujetas a variación por los royalties o los incentivos variables. No obstante, para 10 de los 12 seleccionados tenemos los siguientes datos:
Leo Messi | Sobre los 24 millones de dólares al año con Adidas |
Serena Williams | 8 millones de dólares al año con Nike, más incentivos y royalties |
Jordan Speith | Podrían ser alrededor de 10 millones de dólares al año con Under Armour |
Kevin Durant | 30 millones de dólares al año con Nike en un contrato de 10 años |
Kei Nishikori | 10 millones de dólares al año con Uniqlo |
Kilye Jenner | 1 millón de dólares al año con Puma |
Kristaps Porzingis | Entre 3 y 6 millones de dólares al año con Adidas |
Jason Day | 10 millones de dólares al año con Nike |
Rafa Nadal | 10 millones de dólares al año con Nike |
Neymar | 10 millones de dólares al año con Nike |
Con Jürgen Klopp, el entrenador del Liverpool que ha firmado con New Balance, y Jarry Lawson, el velocista que ha firmado con Asics, no ha trascendido en los medios de comunicación ninguna cantidad económica.
Por tanto, las 10 celebridades de las que se disponen datos aproximados suman 119 millones de dólares en ingresos por patrocinio de marcas del sector textil y del calzado.
El caso de Nicaragua
Nicaragua es uno de los países preferidos por las marcas para establecer contratos con proveedores localizados en maquilas, o zonas francas con un tratamiento económico especial. Como ya describimos en el artículo sobre la problemática de la industria textil, este tipo de formatos de industria son comunes en toda Latinoamérica, con especial relevancia en Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua.
Según el Equipo de Investigaciones Laborales de El Salvador y la Red de Solidaridad de la Maquila, la falta de un salario digno en las maquilas es un problema que enfrenta toda Centroamérica. Haciendo la comparación en dólares estadounidenses, una trabajadora suele obtener $331 mensuales en Guatemala, $272 en Honduras, $211 en El Salvador y $157 en Nicaragua. Además, las empleadas de las maquilas suelen ser mujeres, y en su mayoría son el único ingreso en sus hogares.
Por tanto, en el caso que nos ocupa, Nicaragua, el salario mensual medio de los trabajadores textiles es de unos $157, mientras que la canasta básica alimentaria (CBA) es de casi el doble, unos $290. Esa canasta básica alimentaria se refiere al coste de cubrir las necesidades alimentarias básicas para una familia de 5 personas durante un mes. Para ello, se toman como referencia el precio y las cantidades de alimentos fundamentales, como la leche, el arroz, la fruta o la carne.
Los datos más recientes sobre la canasta básica los podemos encontrar en el propio gobierno nicaragüense, como se muestra a continuación:
Como se puede apreciar, la CBA es de 8534 córdobas, lo que equivaldría a día de hoy en $294,28. Por tanto, esos $290 son una buena aproximación a la realidad, al menos en este año 2016. Pero es preceptivo destacar que la CBA es sólo una parte de la canasta básica total (CBT), que también incluye vestuario y gastos del hogar, y cuyo valor es de 12641.47 córdobas, es decir, $435.91. Las cuentas son sencillas de hacer, su salario sólo les permite cubrir un 53% de la CBA y un 36% de la CBT.
Alguien podría pensar que la CBA es poco realista al considerar 5 miembros en la unidad familiar, pero en Nicaragua según los resultados de la Encuesta de Medición del Nivel de Vida (EMNV) 2014, la media es de 4.37 miembros, aunque en 2005 era de 5.20. De este modo, no es una mala aproximación sobre todo para tener en cuenta núcleos familiares fuera de la oligarquía económica.
En 2015, unas 73000 personas trabajaban en el sector textil en Nicaragua, la mayoría mujeres, y en muchos casos supone el único ingreso de la unidad familiar, que como hemos dicho está entre 4 y 5 miembros de media. Así, podemos afirmar que, además de las condiciones laborales tan duras que sufren esos trabajadores, el dinero que obtienen de su trabajo no les cubre las necesidades básicas alimentarias de su hogar, y por supuesto tampoco las totales si sumamos gastos del hogar y vestuario.
¿Cómo cambiarían sus vidas?
Si tomamos el valor de la CBA y el del sueldo mensual, tenemos que hay una diferencia de $133 al mes, lo que supone al año un déficit de $1596 por trabajador. Esto significa que asciende a poco más de $116 millones de dólares al año para cubrir las necesidades de esos 73000 trabajadores y sus familias, es decir, de más de un cuarto de millón de personas.
Sería muy fácil acudir a la cuenta de beneficios de algunos de los gigantes de la moda y decir que si renuncian a parte de esos beneficios todo cambiaría para esas personas. Por ejemplo, el beneficio neto de Nike en 2016 fue de 3760 millones de dólares. Esto significa que con el 3% de las ganancias de Nike los trabajadores nicaragüenses de la industria textil verían ampliamente mejorada su calidad de vida.
Pero como alguien puede pensar que el dinero generado y movido por estas multinacionales no sólo tiene externalidades negativas, sino también positivas (creación de ciertos empleos en occidente, por ejemplo), podemos ir un paso más allá y buscar un dinero que apenas tiene externalidad positiva, como el dirigido a los contratos con celebridades.
Sumando esos contratos anuales de 10 de las 12 estrellas a las que nos dirigimos en diciembre de 2016, tenemos un valor aproximado de $119 millones, lo que sobrepasa los $116 millones necesarios para cubrir la CBA en Nicaragua de 73000 familias, es decir, de todos los trabajadores de la industria textil del país.
Puede que alguien tenga la tentación de rebatir esta propuesta indicando que la renuncia a ese dinero por parte de esas celebridades les supondría un gran perjuicio económico, pero la realidad es que muchos de ellos deberían tener asegurada su economía familiar por muchos años con sólo lo que obtienen directamente por su actividad. He aquí unos ejemplos:
– Rafa Nadal: El tenista español lleva ganados más de $72 millones de dólares en su carrera como tenista, a los que suma los de los contratos publicitarios. Si quitamos el contrato de 10 millones con Nike, en 2014 percibió $18 millones de dólares de otras marcas.
– Kevin Durant: El jugador de la NBA gana esta año $26.5 millones con los Warriors, aunque en las 9 temporadas anteriores suma ya $108 millones de dólares en salario.
– Leo Messi: El futbolista gana 21.5 millones de dólares netos con el Barcelona, e ingresa unos $16 millones más al año de otros contratos publicitarios (descontando su contrato con Adidas).
– Serena Williams: La jugadora estadounidense tiene unas ganancias muy parecidas a las de Nadal a lo largo de su carrera ($72 millones).
– Jason Day: El jugador de golf ha ingresado a lo largo de 11 años de carrera $33 millones
– Neymar: El joven brasileño cobra $25 millones netos por temporada con el Barcelona.
– Jordan Spieth: El nuevo fenómeno del golf ganó en 2015 $12 millones en premios, a los que une más de $20 millones extras en contratos publicitarios (y hemos excluido los $10 millones que se rumorea recibe de Under Armour).
– Kilye Jenner: La modelo de 19 años ha percibido en los últimos meses alrededor de $17 millones de dólares en contratos publicitarios, una vez descontado el millón que cobra de Puma.
No vamos a entrar a valorar si todo ese dinero que reciben por su actividad es merecido o no. Seguramente lo será, y sus extraordinarias habilidades son premiadas con extraordinarios ingresos. No discutimos eso. Lo que pretendemos es que ese «extra» que obtienen de las marcas vaya a parar a organizaciones que luchan por defender que los trabajadores que producen la ropa y el calzado que llevan y apadrinan consigan tener los mismos derechos universales que ellos.
Honestamente no creemos que esa renuncia trastoque su economía doméstica dada la riqueza global que atesoran, tal y como hemos indicado. Sin embargo, esa potencial acción sería un impulso enorme en la lucha por la mejora de la calidad de vida de millones de personas. Con sólo la acción de estas 10 celebridades, más de 250000 personas (73000 familias) en Nicaragua verían cambiadas sus vidas.
Unos cálculos similares se podrían haber realizado para El Salvador, donde aproximadamente entre 70000 y 80000 personas trabajan en las maquilas textiles. En este caso, la brecha entre el salario y la CBA es más estrecha, $64 al mes, lo que equivaldría a unas necesidades de $54 millones al año para 73000 trabajadores. Esto quiere decir que Leo Messi y Kevin Durant se bastarían para mejorar la vida de todas las familias que tienen algún miembro trabajando en la industria textil.
Conclusión
El poder que las celebridades tienen es enorme, y el potencial cambio que podrían hacer con sus acciones es extraordinario, tal y como hemos ilustrado con el ejemplo de Nicaragua. A ellas nos dirigimos en Stars for Workers; les pedimos que den un paso al frente, y que independientemente de las presiones que puedan recibir de las marcas que les pagan, acometan acciones para devolver a cientos de miles de personas en todo el mundo los derechos y la dignidad que se merecen. Es una manera de ir cerrando un círculo, que de otro modo sigue abierto y desangrándose por un extremo, mientras que por el otro se cubre de ostentación y privilegios. Es simplemente una forma de hacer justicia.
El modelo que proponemos es insostenible a largo plazo. Lo sabemos. No podemos pretender que la industria funcione exprimiendo la fuerza de trabajo para que luego se compense con donaciones. Pero es una solución a corto plazo que impulsará un cambio de sistema. Ese es nuestro objetivo.
Si esto ocurriera, si las celebridades comenzaran a seguir nuestro programa de donaciones, los efectos serían inmediatos. Pero lo importante sería que empujaría una nueva estructuración de los negocios, donde las marcas tendrían que renunciar a parte de sus beneficios para admitir un coste laboral mayor en su cadena de suministro. Ese coste lo podrían repercutir en la bajada o eliminación de los contratos de apadrinamiento. De este modo, a largo plazo, esos deportistas, modelos, cantantes, etc, podrían seguir siendo embajadores de esas marcas, incentivando las acciones de marketing, pero de manera gratuita o con unas ganancias testimoniales. Esa es nuestra visión, y la forma que proponemos a largo plazo para que las condiciones sean más justas para todos. Con esta visión, nadie pierde; las marcas seguirán manteniendo beneficios o los ajustarán un poco a la baja, y podrán mantener intactas sus estrategias de marketing. Los trabajadores ganarán un sueldo digno y trabajarán acorde con los Derechos Humanos. Pero las celebridades harán un acto de renuncia honrado. Seguirán ganando millones por sus habilidades extraordinarias (no por sus contratos con marcas de textil), y tendrán la satisfacción de haber impulsado un cambio que daría dignidad a millones de familias en todo el mundo.
Quizá suene demasiado idealista, es cierto. Pero las visiones consisten en eso precisamente. Sobre ese largo y duro camino hacia el objetivo, vamos a ir desarrollando poco a poco acciones en nuestra campaña. La pelota está ahora en el tejado de las celebridades, vamos a ver quién es el primero que se atreve a subir a por ella.
1 comentario en «STARS FOR WORKERS: 10 CELEBRIDADES PODRÍAN CAMBIAR CENTROAMÉRICA»
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