No es una noticia nueva, desde luego, pero sí que vuelve a estar de actualidad dado que son los 3 principales patrocinadores de la Eurocopa 2016, que se está celebrando en Francia.
En la nota de prensa de la que se hace eco Clean Clothes Campaing, se expone que el mecanismo de funcionamiento sigue basado en el máximo ahorro de costes laborales deslocalizando la producción a países con débil regulación laboral, mientras se mantienen los contratos millonarios de patrocinio y se siguen produciendo beneficios.
Nike, por ejemplo, ha doblado sus ventas en menos de 10 años, mientras que los contratos de patrocinio realizados con los 10 equipos de fútbol más poderosos se han incrementado de 262 millones de euros a 405 en 2013.
De este modo, una camiseta que se vende en el distribuidor por 85 euros (es decir, el precio que tiene que pagar al final el consumidor), genera 24,3 euros para Adidas, mientras que sólo 60 céntimos va para el trabajador que la ha realizado. Pagar un salario digno (recordemos que no siempre el salario mínimo interprofesional en algunos países llega a ser un salario digno) sólo incrementaría el precio de unas zapatillas o camiseta en pocos céntimos de euros. Pero al ser millones las prendas que se venden, este sistema permite ahorrar a las marcas millones de euros que los emplean para, entre otras cosas, sus actividades de marketing. Un fracaso en toda regla de la Responsabilidad Social Corporativa, tal y como comenté al hacer la reseña del libro «Contra la lex mercatoria«.
Los contratos con atletas y celebridades son gastos de esas multinacionales con poca o nula externalidad, y que podrían ser empleados para pagar un salario digno a sus trabajadores. En esto estoy trabajando desde hace unos meses. Estad atentos, que habrá novedades.
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