Las maquilas de El Salvador continúan teniendo un trato fiscal favorable pese a las múltiples evidencias sobre explotación laboral. Según el reportaje realizado por la revista Gatoencerrado, un 20% de ellas siguen recibiendo los beneficios asociados a las zonas francas pese haber sido sancionadas entre 2016 y 2017 por vulnerar los derechos de los trabajadores.
El artículo 29 de Ley de Zona Francas (LEZOFIC) indica que las empresas que se acogen a esta norma deben de cumplir obligaciones laborales para tener derechos a las exenciones de impuesto, entre ellas están: derechos a asociación y sindicalización de los trabajadores; el respeto al salario mínimo, horas laborales, salud y seguridad ocupacional; pago de indemnización, vacaciones y aguinaldo, entre otras
Las zonas francas de exportación son unos lugares de privilegio dentro de un país donde las empresas afincadas allí se benefician de unos beneficios fiscales determinados. En el caso de El Salvador existen 17 zonas francas en las que las más de 100 maquilas allí establecidas están exentas del pago del impuesto sobre los Derechos Arancelarios a la Importación, impuesto de importación, impuesto municipal e impuesto sobre la renta. Además, como el reportaje indica, también se les beneficia con la exoneración de impuestos por importación o transferencia de bienes muebles y bienes raíces, los impuesto municipales sobre activuo y patrimonio, y el impuesto sobre el valor agregado (IVA).
Los testimonios sobre el maltrato que sufren los trabajadores de las maquilas, muestran que se sigue en una situación de precariedad, con una vulneración constante de los derechos laborales básicos. El siguiente vídeo es una muestra de ello
Los incentivos fiscales en El Salvador, equivalen al 5% del PIB, es decir, tal como indica esta investigación, el país deja de percibir $1200 millones al año, un porcentaje que equivale al doble de lo que el país gasta en salud.
El Ministerio de Trabajo y Previsión Social (MTPS) sólo cuenta con 110 inspectores para todo el país, una cifra insuficiente para atender correctamente todas las demanda de inspecciones.
“El procedimiento para atender denuncia es: el inspector solicita la documentación (planillas de pago, contrato y otros); luego se entrevista a una muestra representativa de 20 personas, para posteriormente hacer su informe”, detalló.
No obstante, mujeres como Guadalupe señalan que los inspectores llegan a las maquilas, se reúnen en los salones de aire acondicionados con gerentes, jefes de recursos humanos y empleados adoctrinados, hacen sus informes de aprobación y se van, sin conocer a profundidad la realidad de los trabajadores.
En definitiva, una muestra más de la triste realidad de este sector, donde se da la paradoja además de que las empresas que tienen un trato fiscal privilegiado sujeto al cumplimiento de los derechos laborales, lo siguen manteniendo pese a que incumplen su parte del trato.