En 2012 la CIA aprobó desclasificar un documento realizado en 1977 sobre la traducción de diferentes investigaciones que la URSS había realizado en el campo de la radiación no ionizante. Estas investigaciones son interesantes porque nos aportan una visión más completa de este campo del conocimiento, al provenir de un país que en aquella época era pionero en el este tipo de estudios.
En la primera de ellas, Sadchikova et al. (1977) analizaron la constricción vascular de individuos expuestos en sus lugares de trabajo a microondas de baja intensidad.
Metodología
Un total de 885 trabajadores de las industrias de la radio y la electrónica fueron examinados. De ellos 353 estaban en contacto con fuentes de microondas, mientras que 532 actuaron como grupo de control.
De esos 353 sujetos experimentales los investigadores formaron dos grupos; uno de 182 hombres que trabajaban en estaciones de radar; y otro de 171 individuos que trabajaban en otras áreas con exposición menor. Para el primer grupo, la exposición media era del orden de cientos de , es decir, del orden de 0.1 mW/cm2 , durante 2-3 horas al día. Además, para la mayoría de esos sujetos la exposición se había producido hasta 10 años, en condiciones de alta temperatura del aire (entre 37-39ºC) y ruido. Para el segundo grupo, el nivel de exposición era de un orden de magnitud inferior (0.01 mW/cm2), con una antigüedad en el puesto que oscilaba entre lo 3 y 20 años.
Resultados e implicaciones
El examen clínico general mostró unos niveles de salud aceptables para el 72%, 80% y 87.6% de los individuos en los grupos 1, 2 y control, respectivamente. Cuatro trabajadores del grupo más expuesto, y que tenían alta antigüedad presentaban desórdenes neurocirculatorios que fueron evaluados como enfermedad ocupacional.
En relación a la presión arterial, los resultados se muestran en las siguiente tablas:
Hombres (sistólica mm Hg) | Control | Alta exposición (grupo 1) | Baja exposición (grupo 2) |
20-29 años | 113.9 | 120.8 (p<0.01) | 114.5 |
30-39 años | 115.8 | 124.8 (p<0.001) | 115.5 |
40-49 años | 121.0 | 135.5 (p<0.001) | 118.4 |
Hombres (diastólica mm Hg) | Control | Alta exposición (grupo 1) | Baja exposición (grupo 2) |
20-29 años | 69.8 | 76.1 (p<0.001) | 68.9 |
30-39 años | 70.8 | 79.6 (p<0.001) | 72.4 |
40-49 años | 71.1 | 87.0 (p<0.001) | 76.1 |
Para las mujeres no había diferencias entre el grupo 2 (menos expuesto) y el grupo de control (no había mujeres en el grupo 1).
Los autores reconocieron que se vieron «impresionados» por la estadísticamente significativa diferencia encontrada en los hombres más expuestos con respecto al grupo de control, incremento que era consistente en todos los grupos de edad analizados.
Esas diferencias también se mostraban en función del número de años en el puesto:
Hombres (sistólica mm Hg) | Control | Alta exposición (grupo 1) | Baja exposición (grupo 2) |
Menos de 5 años | 116.5 | 121.1 | 114.0 |
Entre 5 y 9 años | 116.5 | 125.4 (p<0.001) | 114.0 |
Entre 10 y 14 años | 116.5 | 134.7 (p<0.001) | 116.2 |
Hombres (diastólica mm Hg) | Control | Alta exposición (grupo 1) | Baja exposición (grupo 2) |
Menos de 5 años | 70.8 | 75.8 (p<0.001) | 69.3 |
Entre 5 y 9 años | 70.8 | 78.7 (p<0.001) | 70.0 |
Entre 10 y 14 años | 70.8 | 84.7 (p<0.001) | 74.7 |
Los autores descartaron el efecto del ruido tras un posterior análisis, por lo que las conclusiones se circunscriben a los efectos combinados de las microondas y la alta temperatura ambiente sobre la presión arterial.
Comentarios personales
El artículo debería mejorar estadísticamente planteando un model lineal general que permitiera un mejor control de las variables. No obstante, los resultados muestran una clara tendencia, con un patrón de respuesta a la dosis, y también un patrón temporal.
Para contextualizar esa exposición en el grupo 1 podemos decir que dos órdenes de magnitud menor que la actualmente está permitida como nivel de referencia en Estados Unidos. No obstante, es mayor que la podemos encontrar en algunas situaciones cotidianas hoy día, como apuntábamos en un post anterior:
Para hacernos una idea con respecto a qué significarían esos niveles de potencia en la actualidad, a 10 cm de un router Wi-Fi de 300 mW puede haber una intensidad de 0.0001 mW/cm2 (Liptai et al., 2017). En un colegio con 30 portátiles y con un router a 0.5 metros puede haber unos 0.0016 mW/cm2 (Hedendahl et al., 2017).
En cualquier caso, debería ser una evidencia a tener en cuenta a la hora de evaluar la inocuidad de la radiación no ionizante a niveles por debajo de los legales.
Referencia
Sadchikova, M. N., et al. (1977). Arterial pressure as related to exposure to low-intensity microwaves and high temperature. Institute of Industrial Hygiene and Occupational Diseases, USSR Academy of Medical Sciences, submitted 25 Feb 76.