La luz ambiental influye en el comportamiento humano. Un día soleado puede tener unos 10000 lux, mientras que, por ejemplo, en las oficinas puede haber entre 750 y 2000 lux y en un sala de operaciones al menos 1600 lux.
Sin embargo, en muchos restaurantes la iluminación suele ser muy escasa (entre 10 y 40 lux), de tal forma que en algunos es incluso difícil leer la carta.
La investigación sobre la iluminación en restaurantes no es extensa. En una serie de estudios realizados por Wansnink y sus colaboradores, encontraron que el volumen consumidor de comida era mayor cuando los participantes comían en ausencia de luz.
El objetivo de esta investigación es analizar cómo influye la iluminación sobre la elección de comida más o menos saludable.
Investigaciones anteriores han mostrado que cuando los individuos ponen más atención a lo que comen eligen alternativas más saludables. Por tanto, si factores externos consiguen distraerlos esto puede afectar a su elección de alimentos. La luz débil, según justifican los autores, podría hacer que los comensales pusieran menos recursos cognitivos en juego (no hay alerta por la claridad). Recordemos que la luz es un supresor de la melatonina, que es un controlador de los ritmos circadianos. En presencia de luz se elevan la temperatura corporal, el ritmo del corazón, la producción de cortisol, etc., todo ello relacionado con los estados de alerta.
La carencia de luz también favorece la desinhibición, lo que estaría también en consonancia con una mayor tendencia a elegir comida poco saludable.
Metodología y resultados
– Estudio 1: Estudio de campo realizado en 4 diferentes restaurantes de la misma cadena, entre las 18 y 20h. Dos de esos restaurantes tenían luz débil (25 lux) y los otros dos luz fuerte (250 lux), deliberadamente manipulada para la ocasión. Uno de los camareros preguntaba luego a los comensales sobre su consumo, su nivel de alerta, género y edad. Participaron 160 personas.
Los resultados mostraron una clara relación entre la iluminación y la elección de comida saludable, incluso después de ajustar por las covariables.
– Estudio 2: Es una replicación del primer estudio pero esta vez en condiciones de laboratorio, en el que participaron 131 estudiantes. En este caso las condiciones de iluminación para las dos grupos eran de 10 lux y de 900 lux, por lo que los estímulos eran más extremos que en el Estudio 1. Los participantes tenían que elegir entre dos tipos de snack Oreo, uno de 10 calorías y otro cubierto de chocolate, siendo el primero la opción más saludable. Para estudiar el nivel de alerta a los estudiantes se les mostró una serie de números entre el 1 y 99 en una pantalla durante medio segundo, teniendo que luego reproducir esos nombres en una pequeña encuesta que se les pasaba.
Los resultados fueron similares a los del Estudio 1, replicándose por tanto en laboratorio.
– Estudio 3: Fue exactamente igual que el Estudio 2 salvo que ahora los participantes no tenían que escribir su elección en un papel, sino decirla en voz alto, con el objetivo de analizar si el hecho del anonimato influía en la decisión. De nuevo los resultados fueron replicados.
– Estudio 4: El objetivo era cerciorarse de que la explicación de que se produjeran esas diferencias era por la divergencia en el estado de alerta. Así, si en las condiciones de luz débil se actuaba para incrementar el nivel de alerta, entonces ese efecto debería atenuarse. Para conseguir tal fin se empleó un placebo; una bebida energética que se les dijo que tenía altos niveles de cafeína. Un total de 353 estudiantes participaron.
Los resultados mostraron que cuando se les alertaba a los participantes sobre el contenido de cafeína de la bebida, desaparecía la diferencia entre la elección saludable y no saludable en función de las condiciones de iluminación.
– Estudio 5: En este caso, el estudio era similar al anterior salvo que el estado de alerta era inducido directamente, sin ningún tipo de método indirecto. Los resultados fueron similares a los del Estudio 4.
Implicaciones
La iluminación influye en la elección de comida saludable. Condiciones de alta iluminación favorecen el consumo de productos sanos en contraposición a situaciones de baja luminosidad, debido a que el nivel de alerta disminuye con luces tenues.
Desde un punto de vista de salud pública, por ejemplo, podría ser una cuestión a ser regulada para favorecer el consumo de alimentos más saludables.
Limitaciones/Comentarios
Los experimentos en laboratorio fueron hechos con sólo un tipo de producto, por lo que quedan muy lejos de las condiciones reales de un restaurante. No obstante, y dado que el Estudio 1 fue un trabajo de campo, existe cierta robustez en los resultados.
Este estudio está más enfocado en restaurantes que no son de comida rápida donde la iluminación suele ser más alta.
Biswas, D. et al. (2016). Shining Light on Atmospherics: How Ambient Light Influences Food Choices. Journal of Marketing Research, Forthscoming