Los autores postulan que ciertos hábitos alimenticios de los hombres y de las mujeres están explicados desde una perspectiva de la psicología evolutiva, donde la competencia entre las personas del mismo género (presiones intra-sexuales) y el intento de conseguir el favor del sexo opuesto (presiones inter-sexuales), condicionan la forma de comportarse. La anorexia en mujeres sería un desorden alimenticio explicado por ese factor; como los hombres prefieren mujeres delgadas, la competencia entre las propias mujeres hace que intenten ser más delgadas que las demás.
Las hipótesis de los autores son muy simples, y son contrapuestas; (1) los hombres comerán más en la compañía de mujeres que cuando están con hombres; (2) los hombres comerán más en compañía de hombres que en compañía de mujeres.
La oposición de estas hipótesis se justifica por el hecho de que hay razones para pensar que ambas son plausibles desde el punto de vista teórico. En el primer caso, los hombres tratarán de «presumir», intentando mostrar a las mujeres que tienen una habilidad especial, o que son capaces de realizar una «proeza». Al ser este tipo de acciones esporádicas, ello pesaría más que el hecho de pensar que comer tanto conlleva a la larga problemas de salud/sobrepreso que precisamente no lo harían atractivo para mujeres.
En el segundo caso, cuando los hombres comen en compañía, la competición entre ellos por mostrar dominio o estatus (lo que a su vez no es más que una forma de hacer ver su superioridad, al estilo de cómo los animales miden su fuerza para liderar la manada o fecundar a las hembras), podría hacerles tratar de comer más que sus compañeros.
Metodología
Se realizó un estudio observacional en un restaurante italiano donde se podía comer «todo lo que se podía» de determinados platos (pizza y ensalada). Participaron 60 hombres y 35 mujeres, cuyo patrón de ingesta fue registrado por varios observadores.
Resultados e implicaciones
Los hombres que cenaban con mujeres comieron significativamente más pizza y más ensalada que aquellos que cenaban con otros hombres. Además, las mujeres no comieron menos en compañía de otras mujeres que en compañía de hombres.
Parece que pesa mucho más la tendencia de los hombres a realizar comportamientos de «riesgo» en compañía de mujeres, tal y como la literatura ha mostrado en ocasiones, que el hecho de mostrar la dominancia sobre otros hombres. Al fin y al cabo, en el primer caso hay una transferencia directa de ese comportamiento en la percepción femenina.
Limitaciones/Comentarios
La muestra es muy pequeña y se necesita la replicación. Además, no se tienen en cuenta otras variables de confundido que podrían condicionar los resultados al integrarse en un modelo estadístico más completo. Esto hace que los resultados haya que tomarlos con cierta reserva.
Kniffin, K. N. et al. (2016). Eating heavily: Men eat more in the company of women. Evolutionary Pyschological Science, doi: 10.1007/s40806-015-0035-3