El cáncer de tiroides tiene una incidencia relativamente baja, un 0.95% de todos los cánceres en Suecia en 2013. Es de dos a tres veces más común en mujeres, aunque la proporción está afectada por la edad y el tipo histológico, y factores hormonales y repoductivos se han sugerido para explicar esa diferencia de incidencia entre hombres y mujeres. En los años 40 y 50 la radiación ionizante se asoció con un incremento de riesgo de este tipo de cáncer. El cáncer de tiroides papilar es la clase más común representando entre el 60 y 70% del total
El objetivo de esta investigación es analizar la incidencia de cáncer de tiroides en el Registro Sueco de Cáncer entre 1970 y 2013.
Metodología
Los datos fueron obenitdos del registro anteriormente citado, siendo la base para el diagnóstico el examen clínico, la histología/citología, la cirugía, la autopsia, u otro tipo de exámenes como la resonancia magnética, o la tomografía computarizada. Se usó la regresión por tramos para ajustar el modelo en base a la búsqueda de puntos de unión que signifiquen un cambio de tendencia. Se estudiaron 10757 casos en mujeres y 4234 en hombres.
Resultados e implicaciones
Los autores reportan el incremento de este tipo de cáncer de manera significativa para mujeres siendo el mayor crecimiento en chicas entre 20 y 39 años y entre los años 2006 y 2013.
En cuanto a los hombres también la incidencia ha aumentado, aunque no significativamente en el periodo completo. Sin embargo, hay un repunte claro desde 2005.
La incidencia en los países nórdicos (no sólo Suecia) en 31915 mujeres desde 1970 también sigue una tendencia similar, con un incremento significativo en todo el periodo, especialmente desde 2006.
Los autores atribuyen al incremento de las pruebas diagnósticas que exponen a radiación ionizante a los pacientes ese aumento de incidencia, aunque sugieren que no todo ese cambio es debido a ese factor, y plantean la hipótesis del incremento de uso del teléfono móvil como otro posible causa de ese crecimiento en la incidencia. Indican, además, que los móviles de nueva generación (smartphones) llevan la antena en la parte de abajo del teléfono, por lo que la exposición del tiroides es mucho más fuerte que cuando la antena estaba colocada arriba. Los investigadores nombran, asimismo, varios estudios que advierten del efecto de la radiofrecuencia sobre la glándula tiroides a niveles de intensidad por debajo de los umbrales para que se produzca un efecto térmico (que es lo que, de momento, las autoridades consideran en su reglamentación).
Los contaminantes del entorno, como nitratos o metales pesados que son de creciente uso en la industria también podrían contribuir al incremento de esa incidencia.
Limitaciones/Comentarios
Los autores admiten que su diseño metodológico impide hablar de causalidad en las hipótesis que ellos plantean como determinantes de ese incremento en incidencia, el cual es innegable tras analizar los datos desde 1970 en Suecia.
El artículo entonces plantea dos hipótesis muy interesantes para explicar ese aumento de incidencia; (1) el incremento de pruebas médicas que emplean radiación ionizante y la continua exposición a contaminantes ambientales; (2) la utilización desmesurada de dispositivos inalámbricos de comunicación (especialmente teléfonos móviles y portátiles).
Carlberg, M. et al. (2016). Increasing incidence of thyroid cancer in the Nordic countries with main focus on Swedish data. BMC Cancer, 16: 426; doi: 10.1186/s12885-016-2429-4