En la actualidad las revistas confían en que los autores reporten ellos mismo los posibles conflictos de interés, aunque no está claro en qué medida este procedimiento está libre de sesgo si no existe además una monitorización externa.
Desde el año 2010, en Estados Unidos es posible consultar públicamente el dinero que la industria provee a los médicos (Open Payments Database). En 2015 millones de transacciones fueron publicadas correspondientes a una cantidad de 7.52 billones de dólares.
Aunque los autores admiten que la validez de esos datos puede no ser completa, sí que es una fuente interesante para compararlos con los reportados voluntariamente por los investigadores en sus publicaciones. El objetivo de este estudio es precisamente evaluar esa concordancia en el ámbito específico de la reparación de hernia ventral.
Metodología
Se consideraron publicaciones entre junio de 2013 y octubre de 2015 del ámbito de la hernia ventral y con autores de Estados Unidos. Se cotejó la Open Payments Database para cada uno de los firmantes de los artículos, recogiendo los pagos hasta 12 meses antes de la aceptación de la investigación en la revista. Entre los pagos están los servicios de consultoría, las invitaciones a ponencias en congresos, la financiación de estudios o la participación en corporaciones privadas. Sólo aquellos pagos mayores de 5000 dólares de un mismo pagador fueron considerados. Es decir por debajo de 5000 dólares de pagos en comida o viajes no se tuvieron en cuenta.
Un total de 303 artículos de investigación fueron recopilados, de los cuales sólo 100 cumplieron los criterios de inclusión: autores de Estados Unidos, estudios clínicos, acceso al texto completo de la publicación. Esos estudios sumaban 497 autores, de los cuales 245 habían sido financiados, pero sólo 134 cumplían todos los criterios requeridos para ser incluidos.
Resultados e implicaciones
Los análisis indicaron que 81 de los autores (16.3%) tenían al menos un conflicto de interés pero no declararon ninguno. Además, 35 autores (7.0%) tenían más conflictos de interés de los que realmente declararon, pero 20 de ellos (4.0%) declararon conflictos de intereses no listados en la base de datos pública de pagos. Finalmente sólo 18 autores (3.6%) indicaron conflictos de interés en concordancia con los publicados en la base de datos.
Por tanto, la mitad de los autores fueron financiados, aunque sólo 134, un 25% de ellos fueron obsequiados con pagos por encima de $5000 dólares. De esos 134, la gran mayoría, 116, no reportó en las publicaciones sus conflictos de interés reales.
El hecho de que 20 autores reportaran conflictos de interés no indicados en el Open Payment Database refuerza la idea de que esta herramienta carece de completa información, por lo que probablemente haya que tomar los resultados encontrados como conservadores, es decir, es más que probable que todavía el número de conflictos de interés no reportados sea mayor.
Limitaciones/Comentarios
Esta es una nueva evidencia más de las posibles fuentes de sesgo a que la investigación científica está sometida. En un área tan concreta como la investigación en hernia ventral, existe al menos un 25% de estudios con conflictos de interés deficientemente indicados. Futuras investigaciones deberán analizar lo que ocurre en otras áreas biomédicas.
Los conflictos de interés suponen de por sí un sesgo en las investigaciones. Si además no se reportan correctamente, los análisis posteriores sobre su efecto quedan también contaminados. Es decir, se añade todavía más ruido y desconfianza.
Olavarria, O. A. et al. (2017). Comparison of Conflict of Interest among Published Hernia Researchers Self-Reported to the Centers of Medicare and Medicaid Services Open Payments Database. Journal of the American College of Surgeons, doi: 10.1016/j.jamcollsurg.2016.06.384