Los autores presentan este artículo de revisión que pretende explicar el marco histórico y conceptual del efecto placebo, así como sus causas genéticas.
El efecto placebo es un fenómeno psicobiológico por el cual una persona mejora en su estado por el mero hecho de conocer que va a ser tratado. De este modo, para estudiar la eficacia de un tratamiento tiene que superar el efecto que origina el placebo.
Orígenes históricos
La historia del placebo se remonta a la práctica de la medicina que algunos llaman pre científica. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVIII cuando empezó a considerarse el placebo como control en experimentos científicos, cuando Benjamin Franklin y Antoine Lavoisier emplearon placebo para refutar la hipótesis de que existía el “magnetismo animal” (postulada por Franz Mesmer), una supuesta fuerza invisible que se creía que podía sanar.
Los ensayos clínicos con placebo empezaron a emerger ya con más profusión a comienzos del siglo XX, y desde entonces es un fenómeno ampliamente estudiado y que ha mostrado que realmente se hace patente en el tratamiento del dolor, la depresión, la ansiedad, el insomnio, la inmunosupresión, el desorden por déficit de atención e hiperactividad e incluso el Parkinson.
Existen varias formas de presencia en medicina:
– El placebo como potenciador de tratamientos activos: Diversos estudios muestran que el hacer consciente al paciente del tratamiento que va a recibir produce mayores efectos que cuando se le oculta, por ejemplo, para el tratamiento del dolor.
– Cirugías placebo: Se han hecho experimentos en pacientes con osteoatritis de rodilla en las que cirugías placebo (simuladas) han tenido el mismo efecto recuperador que las reales.
– Placebos sin engaño: Algunas investigaciones recientes están mostrando que el efecto puede producirse incluso cuando el paciente es consciente de que se le está “engañando”, es decir, que está siendo tratado con placebo, como en el caso del síndrome del colon irritable.
– Efecto nocebo: Es el efecto contrario al placebo, es decir, esperar que un tratamiento produzca efectos negativos cuando realmente es inocuo. Por ejemplo, el mero hecho de que los pacientes conozcan los efectos secundarios de los medicamentos puede hacer que aparezcan éstos en mayor proporción.
Marco conceptual para entender el efecto placebo
Básicamente el placebo se explica por el concepto de expectativa ante la exposición a estímulos que pueden ser de naturaleza verbal, contextual o social. Esas expectativas influyen en el sistema nervioso central. Esos estímulos han sido aprendidos, es decir, la expectativa se genera por la anterior experiencia o por una asociación con otros estímulos con características comunes (no iguales). Los autores remarcan que esas expectativas pueden generarse incluso de manera inconsciente, lo que también explicaría el hecho de que los animales también puedan estar sujetos al efecto placebo.
En cuanto a los mecanismos de aprendizaje, los autores señalan los siguientes:
– Condicionamiento clásico: A través de la respuesta condicionada a un estímulo. Por ejemplo, cuando un tratamiento se liga a un contexto, la mera presencia posterior de ese mismo contexto hace que se puedan reproducir la efectividad del tratamiento sin que este esté presente.
– Estímulos verbales y/o sociales: En este caso ocurre la sugestión a través del significado que tiene los estímulos verbales y/o sociales. Evidentemente también hay un aprendizaje previo aquí, pero se diferencia del anterior en que no es específicamente el contexto, sino una adición de estímulos lo que provoca el placebo. Los estímulos sociales se refieren al hecho de lo que hemos aprendido que ocurre en los demás (aprendizaje observacional)
Neurobiología del efecto placebo
Se han realizado varios experimentos con resonancia magnética funcional (fMRI) y tomografía de emisión de positrones (PET) que indican que la actividad cerebral monitorizada cambia ante los estímulos placebo. Por ejemplo, la analgesia con placebo está asociada a una reducción de la activación de regiones cerebrales responsables del dolor. Especialmente relevante es el cambio en la activación de la corteza dorsolateral prefrontal (DLPFC) en la anticipación del alivio del dolor, es decir, en una representación de expectativas que luego correlacionan con el efecto producido.
Los efectos analgésicos del placebo se relacionan con la activación de sistemas de modulación cerebral endógenos y la emisión de neurotransmisores opioides y no opioides. La liberación de edorfinas, dopamina y oxitocina explican en parte los efectos analgésicos encontrados.
Influencia genética
En los últimos años se postula que existen genes que explican las diferencias en la sensibilidad al placebo entre los individuos. La actividad de ciertos genes influye en los sistemas de la dopamina, opioides (como las endorfinas), serotonina y endocannabinoide.
Conclusiones/Comentarios
El efecto placebo es un fenómeno robusto que está fundamentalmente relacionado con las expectativas generadas ante la exposición a un estímulo. Esas expectativas producen cambios neurobiológicos, que originan la liberación de neurotransmisores que explican los efectos en la percepción del dolor, o en cualquier otro estado psicológico que esté asociado a la dopamina, endorfinas, serotonina u oxitocina. Por tanto, los genes involucrados en esos procesos juegan un papel fundamental a la hora de explicar las variaciones individuales en la sensibilidad al placebo.
Esas expectativas se generan por aprendizaje contextual (condicionamiento clásico) y observacional (aprendizaje social), además de la significación que tienen los estímulos verbales. Este último hecho es el que este artículo omite, ya que no se habla de la credibilidad de la fuente, es decir, de la medida en que el efecto placebo se incrementa si el estímulo verbal procede de una fuente percibida como creíble y confiable.
Falta además una mayor profundización sobre las consecuencias de que el efecto se produzca sobre la propia fisiología o el desempeño de los individuos, o cuáles son los límites del placebo desde el punto de vista de las teorías psicológicas del contraste y la asimilación.
Colagiuri, B. et al. (2015). The placebo effect: From concepts to genes. Neurosciences, doi: 10.1016/j.neuroscience.2015.08.017