Coca-Cola, el sinónimo de la felicidad, está secando los pozos en Chiapas, en México. Y lo hace por el módico precio de 150 dólares al año, no vaya a ser que se resientan los 6.530 millones de dólares que tuvo de beneficio neto en 2016.
Los pozos se secan, y las personas tienen que comprar agua embotellada, o mejor, Coca-Cola, porque tampoco se atreven a consumir agua del grifo debido a la insalubridad.
Pero Coca-Cola sigue llevando felicidad a todas partes del mundo (al menos según ellos, claro), incluido a los indígenas de México, por supuesto. Así lo quisieron plasmar con este anuncio en 2015, aunque esta vez lo tuvieron que retirar porque era demasiado insultante.
Imperdonable perderse también el vídeo (gracias José Lietor Gallego por recomendarlo), en el cual se ve al presidente de México, Enrique Peñas Nieto, decir en un acto de Coca-Cola que toma este producto todos los días, ante aplausos y vítores.
Hace unos meses, la ONU denunció la situación de falta de acceso al agua de los estratos más pobres de Chiapas, pero no importa porque en algunos sitios allí la Coca-Cola es más barata que el agua. Mientras tanto, en México hay 13 millones de diabéticos, y el 70% de la población del país tiene sobrepeso u obesidad.
Menos mal que Coca-Cola les dice a los mexicanos que se muevan; con montar en patinete y beber Coca-Cola ya está el problema solucionado. Eso es felicidad.