En esta investigación publicada en Enrivonmental Health Perspectives, los autores analizan la asociación entre la exposición nocturna a la luz y el desarrollo de ciertos tipos de cáncer.
La contaminación lumínica es un problema que se está agravando en la mayoría de ciudadades, en especial con la incorporación de la teconología LED, que aumenta el tono azul de la luz.
La luz artificial, especialmente la de espectro azul, puede afectar a la secreción de melatonina, que a su vez está relacionada con el desarrollo de cáncer. Esta es una de las razones postuladas para explicar que se haya encontrado una vinculación entre trabajar a turnos (noche y día) y ciertos tipos de cáncer.
El objetivo de este estudio es estudiar esa posible asociación entre la exposición nocturna a la luz y el desarrollo de cáncer de mama y próstata en una población española.
Metodología
Se empleó el MCC-Spain, un estudio caso-control sobre tumores frecuentes en España, que incluye casos y controles de 23 hospitales de 12 regiones, evaluando 5 tipos de cáncer: mama, colorrectal, próstata, estómago y leucemia linfática crónica.
Los autores centraron su muestra sólo en individuos que no habían tenido un trabajo a turnos por la noche, con el fin de evitar la contaminación por esta variable. A través de cuestionario evaluaron una serie de variables de control (BMI, historial familiar de cáncer, tabaquismo, edad, nivel educativo, estatus socioeconómico, estado menopáusico y cronotipo. Esta última variable está asociada al ciclo de la melatonina y es un indicador de cúando se encuentran niveles máximos en sangre.
La exposición a la luz interior durante la noche fue también evaluada mediante cuestionario. En cuanto a la luz exterior, sólo se obtuvieron datos de las ciudades de Madrid y Barcelona, a partir de imágenes de la NASA. Después de su tratamiento, esas imágenes sirvieron para cuantificar la densidad del flujo luminoso, y también para computar el MSI (índice de supresión de la melatonina) que vincula la proporción de luz azul en cada píxel con la variación en la melatonina. A través de un sistema de información geográfica se cruzaron esos datos con los de los individuos de la muestra.
La muestra donde sólo había datos sobre exposición a luz interior fue de 1219 casos de cáncer de mama, 1385 controles, 623 casos de cáncer de próstata y 823 controles. En cuanto a la muestra donde se disponía de datos de exposición interior y exterior, esta fue de 380 casos de cáncer de mama, 490 controles, 359 casos de cáncer de próstata y 544 controles.
Resultados e implicaciones
Cuando los autores emplean todas las variables de control para el ajuste estadístico los datos indican que existe una relación positiva entre el desarrollo de cáncer de próstata y la exposición a luz interior (habitación bastante iluminada), así como también a la exposición a luz exterior en de espectro azul (también en la categoría más intensa). En este último caso también se presenta una relación significativa con el cáncer de mama.
Por tanto, este estudio añade un elemento más de evidencia (aunque débil) a esa asociación reportada entre la exposición a luz interior y exterior (espectro azul) y el incremento de riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Limitaciones/Comentarios
Como admiten los autores, hubiera sido más adecuado medir la exposición a la luz interior con equipamiento especializado, en lugar de hacerlo con cuestionarios. Esta es una limitación importante del estudio.
En cualquier caso, este tipo de evidencias ponen sobre la mesa cuestiones muy relevantes sobre la radiación electromagnética no ionizante y los efectos biológicos negativos que puede producir. No siempre la enfermedad se asocia a la ionización; en frecuencias con incapacidad de ionizar las interacciones biológicas son evidentes, y la disrupción del ciclo de la melatonina puede ser un mecanismo que explique ese potencial efecto. Se necesita más investigación, por supuesto.
García-Sáenz, A. et al. (2018).Evaluating the Association between Artificial Light-at-Night Exposure and Breast and Prostate Cancer Risk in Spain (MCC-Spain Study) . Environmental Health Perspectives, doi: 10.1289/EHP183