Este año el estado de Michigan ha aprobado un proyecto de ley para el despliegue del 5G. Primero fue el Senado, y luego la Comisión de Energía de la Cámara de Representantes; en ambos casos las votaciones terminaron con una clara mayoría del sí.
En este proceso ha habido la oportunidad de escuchar a voces que estaban a favor y en contra del despliegue, y el objetivo de este post es hacer visible algunos de esos testimonios, además de (tristemente) comprobar que los argumentos científicos no sirven para nada cuando el dinero está de por medio.
El senador Patrick J. Colbeck
El senador republicano ha sido uno de los pocos políticos que se ha mostrado contrario al despliegue 5G en Michigan, dadas las evidencias que hay sobre los efectos de la radiación no ionizante y la sobre exposición que los ciudadanos sufren en la actualidad a las radiaciones de todas las tecnologías inalámbricas.
Colbeck es ingeniero aeroeaspacial, e incluso estuvo trabajando en Boeing diseñando dispositivos para la Estación Espacial Internacional. No es por tanto ningún «friki» conspiranoico, o magufo (esa palabra que tanto gusta a cierto sector pseudo escéptico). Es una persona formada, con amplios conocimientos y experiencia en este sector. Su intervención del 15 de marzo de 2018 fue la siguiente:
En esos casi 7 minutos de exposición Colbeck mostró su preocupación por los efectos que esta tecnología tendrá en la población, especialmente en los más vulnerables, como niños y mujeres embarazadas.La tecnología 5G operará una banda entre 24 y 90 GHz, mucho más energética que la actual, y requerirá de dispositivos emisoras cada 2-10 casas, para dar servicio.
Colbeck también aludió a que los estándares de la FCC son obsoletos y no son válidos porque debe ser una institución relacionada con la salud, como el CDC (Center for Disease Control) quien sea el responsable de establecerlos.
El senador también nombró los múltples efectos no térmicos que la investigación ha reportado a intensidades por debajo de los umbrales permitidos por la FCC.
Es más, se pregunta la razón por la cual sus compañeros políticos recientemente habían aprobado leyes para proteger la salud de los niños, y ahora estaban apoyando una ley que iba a perjudicarles gravemente.
Finalmente, cita el artículo 4 de la sección 51 de la Consitución de Michigan, que indica que el bienestar general de las personas del estado es declarado como de interés primordial, algo que se está obviando al promover ese despliegue sin antes conocer los posibles efectos. Colbeck concluye su intervención pidiendo que se proceda con precaución.
El 29 de mayo, Colbeck compareció ante la Cámara de Representantes, esgrimiendo un discurso similar, pidiendo que se proteja a las personas electrohipersensibles, que se creen zonas libres de radiación, y que se siga empleando la tecnología (por supuesto), pero de otra manera, sin la necesidad de inundar de muchas más antenas las ciudades. De nuevo, arremetió contra los conflictos de intereses de la FCC, cuyos miembros (ligados a la industria) no deberían tomar decisiones sobre salud en Estados Unidos.
La pediatra Angie Colbeck
El 4 de octubre, de nuevo ante la Comisión de Energía de la Cámara de Representantes de Michigan, varios testimonios defendieron el rechazo de la ley; no se puede aprobar que las compañías tengan la posibilidad de desplegar el 5G sin antes conocer qué niveles de exposición tienen los ciudadanos en la actualidad, y cuáles serán las consecuencias de ese despliegue, una vez que la literatura científica ha asociado la exposición a este tipo de radiación con diversas enfermedades, incluyendo el cáncer.
La pediatra Angie Colbeck, esposa del senador Patrick J. Colbeck, fue una de las personas que intervenieron en la sesión. Y lo hizo con una vehemencia y claridad apabullantes.
La pediatra recalcó los miles de estudios que relacionan la exposición a esta radiación con cáncer, daño en el ADN, arritmias, desórdenes de comportamiento, perturbación del sueño, fertilidad, etc. Aludió con determinación al sinsentido de que la FCC marque los límites de seguridad (impuestos en el lejano 1996), y no sea el CDC, la EPA o la FDA. Es más, un antiguo abogado de Verizon (una de las más grandes compañías de telecomunicaciones), Ajit Pai, es el actual presidente. Colbeck pone un ejemplo muy ilustrativo: es como dejar que una tabacalera decida cuántos paquetes de cigarrillos se deben fumar al día para que no perjudique la salud.
La médico Sharon Goldberg
De la doctora Goldberg ya habíamos hablado en un anterior post, ella estaba sufriendo el problema de la electrohipersensibilidad con sus propios hijos.
Pero no vino a la Cámara de Representantes a hablar de su caso, sino a presentar un testimonio conciso y directo; no hay discusión sobre los efectos sobre la salud de la radiofrecuencia, ya se ha demostrado sobradamente en la literatura científica.
Goldberg trajo consigo multitud de artículos publicados para justificar sus argumentos. Entre ellos están los que aquí enlazo (gracias a la propia doctora que amablemente me los envió), algunos de los cuales incluso hemos comentado en esta web::
- Taheri, M., Mortazavi, S. M. J., Moradi, M., Mansouri, S., Hatam, G. R., & Nouri, F. (2017). Evaluation of the Effect of Radiofrequency Radiation Emitted From Wi-Fi Router and Mobile Phone Simulator on the Antibacterial Susceptibility of Pathogenic Bacteria Listeria monocytogenes and Escherichia coli. Dose-Response, 15 (1), 1559325816688527.
- Misek, J. et al. (2018). Heart rate variability affected by radiofrequency electromagnetic field in adolescent students. Bioelectormagnetics, 39, 277-288.
- Meo, S. A. (2015). Association of Exposure to Radio-Frequency Electromagnetic Field Radiation (RF-EMFR) Generated by Mobile Phone Base Stations with Glycated Hemoglobin (HbA1c) and Risk of Type 2 Diabetes Mellitus.International Journal of Environmental Research and Public Health, 12, 14519-14528.
- Masoumi, A. et al. (2018). Radiofrequency radiation emitted from Wi-Fi (2.4 GHz) causes impaired insulin secretion and increased oxidative stress in rat pancreatic islets. International Journal of Radiation Biology, 94 (9), 850-857.
- Salah, M. B. (2018). Effects of olive leave extract on metabolic disorders and oxidative stress induced by 2.45 GHz WIFI signals. Environmental Toxicology and Pharmacology, 36 (3), 826-834.
- Pall, M. L. (2016). Microwave frequency electromagnetic fields (EMFs) produce widespread neuropsychiatric effects including depression. Journal of Chemical Neuroanatomy, 75, 43-51.
- Lai, H. (1998). Neurological effects of radiofrequency electromagnetic radiation. Paper presented at the «Workshop on Possible Biological and Health Effects of RF Electromagnetic Fields», Mobile Phone and Health Symposium, Oct 25-28, 1998, University of Vienna, Vienna, Austria.
A pesar de que Goldbeg sólo disponía de 5 minutos, varios representantes de la Cámara le hicieron preguntas que permitieron que la doctora ampliara las explicaciones. Y ciertamente lo hizo sin vacilar, insistiendo en que lo que se discutía aquí no era si era perjudicial o no, algo ya obvio en la literatura, sino en qué medida los legisladores querían ir con la ciencia o en contra de ella.
Goldberg explicó las enfermedades asociadas a la exposición a la contaminación electromagnética, incidiendo en la diabetes y los costes asociados a esta y otras enfermedades crónicas. Para la doctora es esencial medir la exposición actual antes de pensar en realizar cualquier despliegue que añada más contaminación todavía.
Es más, para Goldberg es un experimento con humanos. Según ella, es increíble cómo a los investigadores se les obliga a pasar comités éticos y se les exigen unas condiciones muy determinadas para experimentar con humanos, incluídos los consentimientos informados donde los participantes admiten entender los riesgos, pero a esta tecnología que sabemos ya que es perjudicial (al menos en las bandas de frecuencias que no son 5G), lo permitimos sin problema.
Ante la pregunta del presidente de la Cámara sobre la posición de la American Cancer Society, Goldberg apuntó a los conflictos de interés como la posible razón de esa postura. Esa organización está financiada por empresas del sector, como IBM. En España, sucede algo parecido con la Asociación Española Contra el Cáncer, con vínculos con Iberdrola y Telefónica.
El físico Paul Heroux
Paul Heroux es profesor de toxicología en la Facultad de Medicina de la McGill University, en Montral, además de ser doctor en física y un investigador con gran experiencia en el campo del bioelectromagnetismo.
La intervención de Heroux comenzó aludiendo al hecho de que varias grandes aseguradoras no contemplan los daños por exposición a la radiación no ionizante. Temen que las compañías de telecomunicaciones, automóviles o cualquier otra que emplee esta tecnología sean profusamente demandadas en el futuro por los ciudadanos ante la evidencia existente en la literatura científica.
El doctor Heroux indicó que estaba presente cuando la FCC elaboró los estándares en 1996, directamente dictados por el Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE), quienes deliberadamente obviaron todas las evidencias científicas que podrían perjudicarles en sus objetivos.
Heroux vehementemente pidió al tribunal que no lo escucharan a él, sino a miles de ratas y ratones que han sido objeto de experimentos y han mostrado una relación causal con el cáncer y otras enfermedades.
Ante el comentario de uno de los miembros de la comisión acerca de que General Motors y Ford habían apoyado la propuesta de ley porque la creían necesaria para el desarrollo de sus vehículos autónomos, Heroux recordó algunas de las barbaridades cometidas por estas empresas en materia de seguridad hace unas décadas, o su defensa del plomo en el combustible (que ha contribuido en la reducción del coeficiente intelectual en millones de niños). Estas empresas no tienen un historial brillante de decisiones a estos niveles, recordó el doctor.
Conclusión
Después de escuchar todos estos testimonios, y también de otras personas afectadas de electrohipersensibilidad, 19 de los 23 miembros de la Comisión votaron que sí a la ley, es decir, hicieron caso omiso a todas las evidencias mostradas.
¿De qué sirven entonces los argumentos científicos, los miles de artículos publicados, la evidencia sobre conflictos de intereses, y la experiencia de físicos y médicos que tratan con este tema a diario?.
No obstante, es de agradecer la tenacidad de todos estos investigadores y profesionales que, pese a las continuas derrotas, siguen plantando cara a este gigante que es el lobbby de las telecomunicaciones.
Quizá la única parte positiva de todo esto es que algunas personas están despertando y miran a este tema desde una perspectiva diferente. Es hora de movilizarse. Sus hijos se lo agradecerán.