Este artículo nos advierte de una nueva publicación en el British Medical Journal sobre la deficiente forma en que la FDA aprueba nuevos medicamentos. La aprobación de esos medicamentos está basada, en muchas ocasiones, en diseños de investigación incorrectos, en evidencias sobre sus efectos colaterales que se esconden o en las llamadas «variables subrogadas», que son variables intermedias que no tienen porqué ser congruentes con el efecto final buscado. La presión de las farmacéuticas sobre la FDA es constante. No os perdáis este artículo.
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