La incidencia de cáncer de mama ha aumentado en un 20% desde 2008. Es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres. La prevención es fundamental, y en este estudio el objetivo es analizar si la dieta mediterránea puede tener algún tipo de factor protector para un grupo de población determinado, en este caso mujeres con alto riesgo de enfermedad cardiovascular.
Los autores realizan un experimento en el que asignan aleatoriamente a más de 4000 mujeres a tres condiciones. El grupo de control está formado por mujeres cuya dieta se les aconseja que sea baja en grasas saturadas. Uno de los grupos experimentales, además de seguir la dieta mediterránea tenía un suplemento diario de nueces de unos 30 gramos. Para el otro grupo experimental el suplemento era de aceite de oliva virgen extra (1 litro a la semana para ellas y sus familias). Las participantes fueron seguidos durante una mediana de 4.8 años.
Los resultados indican que en el grupo de suplementación con aceite de oliva los casos de cáncer de mama fueron significativamente más bajos que en el grupo de control, HR=0.32 95% IC (0.13 ; 0.79). Para el grupo de suplementación con nueces no había diferencias significativas.
Es importante señalar que se ajustó por diferentes covariables (fumar, alcohol, historial familiar de cáncer, uso de estatinas, edad, etc.). Esto es relevante porque aunque sea un diseño aleatorizado, la inclusión de covariables ayuda a contolar por posibles sesgos que pueden aparecer, incluso en casos de muestras grandes como este.
Pero más importante aún es el hecho de que, en el cuestionario de adhesión a la dieta mediterránea que se les pasó a cada una de las participantes, las del grupo de control tenían una adhesión equivalente a las de los dos grupos experimentales (es decir, básicamente el grupo de control siguió la misma dieta mediterránea que los grupos experimentales), lo que refuerza aún más el efecto encontrado de la suplementación con aceite de oliva. De este modo, los autores dicen que una ingesta en aceite de oliva que supere el 15% de las calorías diarias actúa como factor protector ante el cáncer de mama. Esto quiere decir que, para dietas de unas 2000 Kcal/día, se deben tomar al menos tres cucharadas soperas de aceite de oliva cada día.