La autora comienza su artículo haciendo referencia a las normas de seguridad de la ICNIRP y el CENELEC; ambos organismos centran sus recomendaciones sólamente en los efectos térmicos de la radiofrecuencia, es decir, los efectos biológicos producidos en el corto plazo por el calentamiento de los tejidos. Para ello se emplea el SAR (tasa de absorción de energía), que es un indicador de la medida en que nuestro cuerpo absorve esa radiación. En Estados Unidos el límite está en 2.0 W/kg, mientras en la Unión Europea en 1.6.
La autora reconoce resultados contradictorios en la literatura sobre efectos nocivos a niveles más bajos de radiación, y por tanto de SAR. Sin embargo, la literatura sobre su efecto en plantas, aunque no es tan extensa como la dedicada a humanos, nos puede dar también una idea sobre si, efectivamente, se producen efectos biológicos nocivos en exposiciones a largo plazo.
El objetivo de esta investigación es revisar las investigaciones publicadas sobre esta temática desde 1996 hasta 2006, con el fin de ofrecer una visión global sobre sus efectos en los seres vivos.
Metodología
Se revisaron 45 revistas científicas con artículos publicados sobre esta temática entre 1996 y 2016; un total de 169 experimentos.
Se consideraron como efectos biológicos tanto los fisiológicos como los morfológicos: crecimiento, grado de germinación de las semillas, cambios termográficos, metabolismo de los carbohidratos, estrés/daño oxidativo, expresión de los genes, daños en el ADN, especies reactivas al oxígeno, función celular, índice mitótico. mutaciones, pigmentación, y aberraciones de los cromosomas y micronúcleos.
Los estudios revisados comprendieron 29 diferentes plantas y las exposiciones variaban entre los 800 MHz y los 3500 MHz, que es la habitual de operación de la telefonía móvil. Como criterio de inclusión se estableció que los estudios emplearan intensidades medias o bajas: SAR menor de 50 W/kg, o densidades de potencia menores de 50 W/m2. No obsante, esas intensidades que los autores consideran como corte están por encima de los niveles de refencia en muchos países, entre ellos España.
Para resumir la información de los diferentes estudios los autores emplean la comparación de p-valores (valores de significación estadística) usando la distribución binomial. Para ello simplemente se clasificaron los estudios en 2 categorías; aquellos que encontraron efectos y aquellos que no. De este modo, para cada grupo de estudios considerado se podía hacer un test sobre la igualdad de ambas probabilidades.
Resultados e implicaciones
Los datos se analizaron para diferentes bandas de frecuencias y periodos de exposición. Globalmente, en los 169 estudios analizados, se encontraron efectos biológicos en 152 (89.9%) frente a 17 (10.1%) donde no hubo resultados significativos. Esto muestra una clara conclusión acerca de la prevalencia de los efectos biológicos.
En relación al tiempo de exposición, todos los conjuntos de estudios en el rango siguiente de duración de exposición mostraron una prevalencia del efecto biológico: entre 0 a 2 horas, entre 2 y 24 horas, entre 1 y 7 días, y entre 1 y 13 semanas. Sin embargo, en los 9 experimentos que trataron exposiciones entre 3 meses y 6 años, la prevalencia fue de la carencia de efecto.
Este último resultado es aparentemente sorprendente cuando la literatura enfocada en humanos se habla precisamente al revés, de los efectos de la radiofrecuencia en el largo plazo, y no en exposiciones cortas. Sin embargo 2 posibles explicaciones se pueden dar para este resultado; (1) que el número de estudios es pequeño en comparación con los otros rangos de duración; (2) que se produce un proceso de adaptación en la planta.
En cuanto a los resultados divididos por el rango de frecuencias, en las frecuencias más bajas se obtuvieron resultados significativos a favor de la prevalencia del efecto biológico: entre 800 y 1500 MHz, y entre 1500 y 2400 MHz. Sin embargo en las frecuencias más altas no hubo diferencias: entre 2400 MHz y 2500 MHz ,y entre 2500 MHz y 3500 MHz. Es de destacar que la proporción de estudios en estos rangos de frecuencias más altas era ostensiblemente menor al de frecuencias más bajas.
Limitaciones/Comentarios
La autora admite que la diversidad de estudios publicados son insuficientes para sacar conclusiones claras sobre el efecto de la radiofrecuencia en las plantas. Sin embargo, afirman que hay una cantidad sustancial de investigaciones que indican que las plantas experimentan cambios físicos o morfológicos debidos a exposiciones cortas a radiofrecuencia.
Son también muy prudentes a relacionar estas evidencias sobre efectos encontradas en plantas con efectos en humanos, pero claramente sostienen que no se pueden descartar.
Bajo mi punto de vista es complicado sacar conclusiones más allá de lo que se ha realizado en este artículo. Tanta diversidad de estudios con diferentes plantas, niveles de exposición, rango de radiofrecuencias, etc. hace que quizá se deban buscar en el futuro metanálisis con espectros de investigación menos ambiciosos. No obstante, el trabajo que ha hecho la autora es una buena aproximación para detectar tendencias de efectos. Y, en este caso, parece ineludible admitir que los hay.
Halgamuge, M. N. (2016). Review: Weak radiofrequency exposure from mobile phone radiation on plants. Electromagnetic Biology and Medicine, 20, 1-23