Las microondas son un tipo de ondas de radiofrecuencia creadas por varios tipos de dispositivos (antenas de telefonía, teléfonos móviles, hornos de microondas, radar de tráfico, Wi-Fi, etc.). Los autores repasan diversas investigaciones que muestran efectos negativos sobre los seres humanos ante la exposición a esta fuente de contaminación (disminución del nivel de esperma, aumento de tumores cerebrales, migrañas, vértigo, etc.).
En los niños, la radiación penetra más fácilmente en su cabeza debido a las características de los tejidos, por lo que son más vulnerables que los adultos a la exposición.
En animales, la exposición a microondas de baja densidad de potencia se ha encontrado que afecta al aprendizaje espacial y a la memoria.
Una vez realizada esta pequeña revisión los autores se centran en la hipótesis de que las microondas pueda ocasionar la enfermedad de Alzheimer.
Microondas y Alzheimer
Existen investigaciones que asocian la exposición a microondas con la muerte de células nerviosas, discapacidad cerebrovascular y demencia. Un incremento de irritabilidad, dolores de cabeza y problemas cognitivos ha sido reportado en individuos que residen a menos de 500 meotros de una estación de telefonía móvil.
Las microondas pueden inhibir el mecanismo fisiológico de la memoria de aprendizaje; puede haber alteraciones en la estructura sináptica, el lanzamiento de neurotrasmisores, y la alteración de lo niveles de Ca2+ (lo que influye en la activación de varias funciones celulares).
Alteraciones en el hipocampo de ratas también han sido encontradas en experimentos, al igual que alteraciones en neurotransmisores que juegan un papel relevante en procesos como el aprendizaje y la función cognitiva: glutamato, acido aspártico, glicina y ácido gamma aminobutírico.
Estas investigaciones muestran un riesgo importante en las personas que tienen un alto nivel de uso del teléfono móvil, aunque es cierto que hay estudios que reportan que a corto plazo puede incluso haber un efecto positivo de la exposición a microondas por el incremento del consumo de glucosa, que puede traducirse en tiempos de reacción más pequeños.
Conclusión
En esta breve revisión los autores comentan decenas de artículos que muestran evidencias de que el uso prolongado del teléfono móvil y la exposición también prolongada a cualquier tipo de microondas (Wi-Fi, teléfono inalámbrico, etc.) puede provocar alteraciones fisiológicas en el cerebro que están asociadas a la enfermedad de Alzheimer.
Los autores abogan por la prudencia en la exposición a microondas, especialmente de teléfonos móviles, y más específicamente en los niños, y concluyen con el llamamiento a seguir investigando en este campo.
Zhang, X. et al. (2016). Microwaves and Alzheimer’s disease (Review). Experimental and Tehrapeutic Medicine, doi: 10.3892/etm.2016.3567