Según los autores, un conflicto de interés puede ocurrir cuando un juicio profesional o una decisión que concierne un primer interés se ve excesivamente influida por un interés secundario. Y ese interés no sólo puede ser material, sino también ideológico, aunque los autores admiten que en este último caso es mucho más complejo discernir si esa manera de pensar realmente supone un condicionamiento de una decisión sobre criterios objetivos o simplemente una forma de entablar discusiones que son necesarias a nivel político a la hora de tomar decisiones.
Tal y como se indica en el artículo, existen multitud de estudios que reflejan que los conflictos de intereses forman parte inherente de la investigación científica; los individuos con vínculos con la industria favorecen a dicha industria a la hora de reportar sus estudios, tanto a nivel de investigación empírica como de revisiones de la literatura. Por ejemplo, Nestle et al. (2015) identificaron entre marzo y octubre de 2015 76 estudios sobre nutrición financiados por la industria, siendo 70 de ellos favorables a los intereses de esos patrocinadores.
En el Reino Unido The Nolan Principles of Public Life demandan estándares de conducta e integridad para los funcionarios públicos. Sin embargo hay dudas de su aplicación por el Departamento de Salud, teniendo en cuenta la creciente prevalencia de obesidad y diabetes en el Reino Unido tanto en adultos como en niños.
Sin embargo, el conocimiento público de los conflictos de intereses está limitado por la carencia de información y la complejidad de la misma.
El objetivo de este estudio es examinar 4 organizaciones gubernamentales y no gubernamentales en el Reino Unido que son responsables de desarrollar la política sobre alimentación en base a la investigación existente. Estas instituciones son las siguientes: (1) The Department of Health Obesity Review Group (ORG); (2) The Scientific Advisory Committe on Nutrition (SACN); (3) Action on Sugar (AoS); (4) Heart of Mersey (HoM). Esas 4 organizaciones emplean expertos académicos que pueden tener conflictos de intereses con la industria. Las dos últimas organizaciones (AoS y HoM) son ONGs.
Metodología
Los autores analizaron los miembros de cada organización, estudiando su biografía, con el fin de identificar las declaraciones de conflictos de intereses en los últimos 5 años. Para cada miembro analizado se asignó una puntuación de 0 a 4, una escala ordinal para reflejar el nivel de conflictos de intereses, siendo «0» completa independencia de la industria de la bebida y comida y «4» un empleado o representante de la industria.
El resto de niveles de la escala se refieren a: «1» si el individuo recibe «atenciones» de la industria como cenas, viajes, etc.; «2» si ha recibido financiación para alguna investigación; «3· si la persona en cuestión es consultor o accionista de la industria. Cuando no se encontró ningún tipo de información al respecto los autores categorizaban el caso como «desconocido».
Resultados e implicaciones
Como puede verse en la siguiente figura que resume los resultados obtenidos, los niveles de conflictos de intereses de las organizaciones mostradas en azul y en rojo (ORG y SACN) son mucho más importantes que las de las otras dos analizadas.
Tanto ORG como SACN son dos de las más importantes organizaciones que influyen en las decisiones del Departamento de Sanidad en el Reino Unido.
Limitaciones/Comentarios
La principal limitación proviene de los datos incompletos, es decir, de la imposibilidad de obtener información sobre diversos miembros de las organizaciones analizadas.
Newton, A. et al. (2016). Food for thought? Potential conflicts of interest in academic experts advising government and charities on dietary policies. BMC Public Health, doi: 10.1186/s12889-016-3393-2