La estatura es una variable que refleja factores genéticos, nutricionales y del entorno. Su asociación con la mortalidad ha sido investigada en varios estudios. Por ejemplo, un metanálisis de 121 estudios de cohortes con un total de 1 millón de participantes encontró que la estatura estaba inversamente relacionada con el riesgo de muerte por enfermedades circulatorias, como enfermedades coronarias, infarto e insuficiencia cardíaca. Sin embargo, estaba positivamente asociada con el riesgo de muerte por melanoma y otros tipos de cáncer: páncreas, sistemas nervioso y endocrino, ovarios, mama, próstata, colon, leucemia y pulmones.
Además de la estatura medida de pie, la estatura medida con la persona sentada también es una variable interesante para ser relacionada con las enfermedades, ya que, por ejemplo, la estatura sentado puede estar más fuertemente asociada con la resistencia a la insulina, y está positivamente ligada a la función pulmonar.
El objetivo de esta investigación es analizar la asociación entre la estatura (tanto de pie como sentado) con la mortalidad por enferemdades en una gran muesta de mujeres y hombres de 10 países europeos.
Metodología
Entre 1992 y 2000 521457 personas (70% mujeres, la mayoría entre 20 y 70 años) fueron seleccionadas para participar en un estudio de cohortes en 10 países europeos: Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia, italia, Holanda, Noruega, España, Suecia y Reino Unido.
Cuando se les reclutó, se les pasó un cuestionario sobre estilo de vida, información demográfica e historial médico, y se les midió la estatura. No obstante, los participantes noruegos reportaron ellos mismos su altura, y no todos los francesas o ingleses fueron medidos en el centro médico, sino que también indicaron su estatura sin necesidad de medición. Los autores abogaron finalmente por no considerar los datos de las personas que reportaron su estatura, debido al sesgo conocido de sobreestimación de esta.
Las causas de muerte fueron cateogrizadas según la décima revisión del International Classification of Diseases (ICD-10). Todas las causas de muerte incluían fallecimiento por casuas externas.
Después de eliminar los casos con información incompleta o estatura no medida de manera objetiva, la muestra total quedó en 409758 personas, aunque a sólo 253427 se les midió la estatura también sentados.
Las variables «estatura» y «estatura sentado» fueron agrupadas en quintiles en aras de formar parte de una regresión de Cox para explicar el riesgo de mortalidad. Las covariables fueron el consumo de alcohol, el estatus de fumador, el peso corporal, actividad física, educación y calorías ingeridas. Los modelos fueron ajustados independientemente para hombres y para mujeres, ya que para las mujeres se consideraba también variables como la menopausia y el uso de hormonas.
Se emplearon correcciones de Bonferroni; p=0.004 (0.05/13 variables) para las comparaciones múltiples.
Resultados e implicaciones
El tiempo medio de seguimiento fue de 12.5 años; 29810 participantes murieron durante ese proceso. De todas las muertes identificadas con una causa (25526), 11931 fueron cáncers.
Los resultados globales mostraron una asociación positiva entre la estatura de pie y la mortalidad por cáncer, pero inversa con las enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, la estatura de pie estaba inversamente asociada al riesgo de morir por enfermedades circulatorias, tanto para hombres como para mujeres. Es más, la estatura se asoció inversamente la enfermedad isquémica del corazón y el infarto de miocardio en hombres y mujeres, y sólo con enfermedad cerebrovascular en hombres. No hubo asociaciones significativas con respecto a las muertes por infarto o enfermedades respiratorias. Cuando se excluyeron los sujetos con una historial pasado de cáncer, enfermedades cardiovasculares o diabetes, los resultados fueron similares.
En cuanto a la estatura sentado, se encontró una asociación negativa entre esta variable y todas las casuas de muerte en hombres y mujeres. Aquí desaparece esa asociación positiva entre la estatura y el desarrollo de cáncer, mientras que se mantenía la relación inversa con el riesgo de muerte por enfermedades circulatorias.
Al examinar la interacción entre los dos tipos de estatura (de pie y sentado) se encontró que que las personas más altas en ambos casos tenían una asociación inversa con la muerte por enfermedades respiratorias en hombres, pero no en mujeres.
Por tanto, los resultados de este estudio concuerdan con los del metanálisis comentado al comienzo en cuanto a la estatura de pie.
La relación positiva entre la estatura y la muerte por cáncer puede ser resultado de que las personas más altas tienen órganos más grandes, y por lo tanto un mayor número de células en riesgo de transformación maligna o proliferación. Por contra, las personas más altas tienen mayores diámetros coronarios y un menor ritmo cardíaco y mayor capacidad pulmonar, lo que se postula como posible factor protector de muerte por enfermedades circulatorias con respecto a las personas más bajas.
Los autores explican el resultado de que la estatura sentado no se asocie positivamente al cáncer en el hecho de que tienen mejor función pulmonar.
Limitaciones/Comentarios
El gran potencial de este artículo es su elevado tamaño muestral. Sin embargo, los autores no explican demasiado bien esos resultados un tanto diferentes entre la relación entre la estatura sentad y la mortalidad por cáncer, lo que deberá ser profundizado en otros estudios.
Sawada N, Wark PA, Merritt MA, Tsugane S, Ward HA, Rinaldi S, et al. (2017) The association between adult attained height and sitting height with mortality in the European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC). PLoS ONE 12(3): e0173117. doi:10.1371/journal.pone.0173117