Este estudio es interesante porque analiza la asociación entre la densidad de cultivo y varios cánceres infantiles (leucemias y tumores del sistema nervioso central y periférico) con sólo datos geográficos, es decir, en base a la cercanía de población no urbana (municipios menores de 300000 habitantes) con las zonas de cultivo agrícola de maíz, trigo, avena, remolacha azucarera o guisantes.
Los autores analizan datos de más de 1.6 millones de niños en siete estados del medio-oeste de Estados Unidos, y encuentran algunas asociaciones significativas entre la incidencia de cáncer infantil y la producción de guisantes, avena y remolacha azucarera.
Por tanto, y aunque varios de los demás análisis son no significativos, estos resultados podrían indicar una asociación directa entre el uso de pesticidas para la agricultura y el cáncer infantil. No obstante, al ser un estudio ecológico (no mira los datos a nivel individual), hay muchos factores de confusión que no se han tenido en cuenta (todos los factores de riesgo individuales, como el tabaco, la polución, la radiación, etc.). No obstante, el gran tamaño de muestra empleado es un punto a favor, ya que incrementa la potencia estadística de encontrar el efecto, y permite también que no haya sesgo referido a la información proveniente de cuestionaros sobre exposición a factores de riesgo.
En cualquier caso, este estudio no pretende ser concluyente, sino un primer paso para seguir generando hipótesis y seguir investigando acerca de los riesgos de vivir en zonas rurales con alta densidad de cultivos.