La Nueva Dieta Nórdica (NND) es una propuesta para cambiar los hábitos alimenticios en base a un consumo saludable, bajo en azúcar, sustentado en frutas, verduras, pescado, cereales en grano y en productos autóctonos y orgánicos. Los autores realizan un análisis de coste-efectividad sobre su posible implantación en Dinamarca.
Para ello realizan un modelo de utilidad en el que ésta depende del precio de cada producto, en una visión de “consumidor racional” que tiene, ciertamente, limitaciones. Al mismo tiempo calculan los costes para el entorno de esa nueva dieta en oposición a la actual y los costes en salud, tomados como los años de vida perdidos.
Los resultados muestran que, aunque los costes en alimentación serían un 16% mayores, los costes para el entorno serían entre un 15 y un 25% más bajos, y se salvarían 18000 años de vida por año. Globalmente, el programa supondría un ratio coste efectividad de entre 73000 a 94000 Euros por años de vida perdidos salvados, lo que estaría dentro de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, sobre los valores aconsejables de intervenciones como ésta (hasta 3 veces la renta media per-cápita de un país, lo que en el caso de Dinamarca se cumpliría).
En mi opinión este tipo de artículos son quizá demasiado ambiciosos al tratar de hacer estimaciones macro a través de información incompleta y asunciones un poco cuestionables. En cualquier caso, es una manera de cuantificar o monetizar el coste de intervenciones programadas para mejorar la salud. En este estudio, los resultados concluyen que sería eficiente hacerlo. Pero más allá de los números los gobernantes deberían estimular este tipo de iniciativas para que la gente comiera de manera más saludable, hubiera menos enfermedades, menos gasto sanitario, más productividad laboral y menos impacto en el entorno…y si es demasiado costoso seguro que hay formas de hacerlo más eficiente.