El consumo alto de alcohol se ha asociado a multitud de cánceres: colon, mama en mujeres, oral, laringe, hígado y esófago, y se sospecha que también con el de estómago, páncreas o pulmón. Se estima que el alcohol produce el 3.6% de los cánceres en el mundo (1.7% en mujeres y 5.2% en hombres). Sin embargo, el consumo moderado o bajo de alcohol se ha asociado a tener menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes que los abstemios, aunque a partir de cierto umbral de consumo los efectos se vuelven totalmente negativos.
Los autores realizan un ambicioso estudio siguiendo durante 30 años a 88043 mujeres y 47881 hombres, profesionales del ámbito sanitario. Los resultados dicen que un consumo entre 15 y 30 gramos de alcohol al día está mínimamente asociado con el desarrollo de cáncer (está en el límite de la significación estadística al 5%). Para los hombres tampoco existe una asociación estadísticamente significativa (aunque sí que hay un patrón ascendente) entre el consumo bajo-moderado de alcohol y los cánceres asociados específicamente a esta droga. Ese consumo equivale aproximadamente a 2 latas de cerveza de 33 cl al día. Sin embargo, para las mujeres el límite estaría en una sola lata. Es importante señalar que el tabaco actúa como multiplicador del riesgo, sobre todo en mujeres, donde un consumo bajo (entre 5 y 14.9 gramos al día) está asociado al desarrollo de cáncer (principalmente cáncer de mama) si la mujer es, además, fumadora.
El estudio es bastante completo, con diferentes análisis de sensibilidad, y con una muestra suficientemente grande. Una limitación es el que se centre en un solo colectivo profesional, y que puede haber error de medida en el consumo de alcohol reportado por los propios participantes (lo que podría “tapar” un poco la significación estadística). Hay que destacar que este estudio específicamente trata de la asociación del alcohol con el cáncer y no con otros tipos de enfermedades que pudiera provocar un consumo bajo o moderado de alcohol, aunque como el artículo sostiene, hay diferentes investigaciones que muestran cierto efecto “protector” de un consumo bajo de alcohol sobre algunas enfermedades.
Por tanto, este estudio nos dice que, ante todo, evitemos el tabaco si nos gusta beber alcohol. Si no somos fumadores, aproximadamente un par de tercios de cerveza para los hombres y un quinto para las mujeres no parece tener efectos significativos sobre el incremento de probabilidad de desarrollar cánceres asociados al alcohol. La asociación con el cáncer de mama hace que, posiblemente, las mujeres debieran pensarse si ese “quinto de cerveza al día” debiera ser evitado, al menos, hacerlo sólo eventualmente.