En diciembre de 2019 había 34 centros escolares en Cartagena (la mayoría públicos) con amianto. Esta insostenible situación ha suscitado tímidas protestas de los padres, y una denuncia ante la fiscalía por inacción de la administración en el desamiantado de colegios.
La vida útil de esos materiales está en torno a los 30-35 años desde que fueron fabricados, por lo que su deterioro esparce microfibras que son respiradas por niños y profesores. Todos esos centros escolares tienen más de 30 años de existencia, por lo que puede decirse que todos los niños y profesores están en una situación de exposición.
Un exposición donde no hay dosis segura, y donde existe una asociación con el desarrollo de asbestosis, mesotelioma y cáncer de pulmón. Los periodos de latencia pueden ser de hasta 40-50 años, por lo que la relación entre causa y efecto es compleja de dilucidar una vez que se manifiesta la enfermedad.
El calendario de desamiantado de colegios propuesto por la Consejería de Educación para los próximos años es totalmente insuficiente, incluso insultante, porque sigue dilatando los tiempos de ejecución (no todos los colegios se desamiantarán al mismo tiempo), por lo que el riesgo de exposición se incrementa todavía más a medida que los meses transcurren sin las acciones oportunas.
Protestas de profesoresPese a que diversas asociaciones de padres se han movilizado en los últimos meses, las protestas han sido tímidas y sin efecto real para la acción política (la denuncia ante la fiscalía ha sido posiblemente lo más determinante para que se empiece a abordar el problema).
Los profesores, sin embargo, siguen pasivos ante esta amenaza, cuando ellos podrían contribuir decisivamente a acelerar el proceso de quitar el amianto. Bien es cierto que varios sindicatos se han sumado a la denuncia interpuesta contra la Consejería, pero los profesores, al menos hasta el momento, parecen estar manteniendo una posición inmóvil a nivel individual.
En otros países, podemos encontrar movilizaciones del profesorado, que no se muestra impasible ante este problema. Por ejemplo, en Filadelfia (Estados Unidos) profesores están protestando estas últimas semanas para que se les asegure que sus escuelas están libres de riesgos. Profesores, acompañados de padres y alumnos, unidos para un propósito común, el cual se ha extendido a todo ese distrito escolar.
Precisamente en 2018 en 11 escuelas del distrito de Filadelfia una investigación realizada por The Philadelphia Inquirer reveló que en 9 de ellas había elevadas cantidades de fibra de amianto en áreas accesibles a los estudiantes. La mitad de las muestras estaba por encima de las 5000 fibras por centímetro cuadrado, el nivel umbral que la EPA estableció para la limpieza de dependencias cerca de la Zona Cero (Torres Gemelas).
No hay dosis aceptableLa EPA advierte que el único nivel seguro de exposición a estas microfibras es cero. Como indica van Dorn (2019), el amianto es un material muy peligroso; incluso exposiciones a dosis bajas pueden incrementar el riesgo de cáncer años o décadas después. The Lancet Oncology (2019) cifra en más de 80% los casos de mesotelioma incurable atribuidos a la exposición al amianto.
Hay seis tipos de mineral de amianto en la naturaleza, aunque los mas comercializados son el amianto blanco (crisolito), amianto marrón (amosita), y amianto azul (crocidolita). En España, la mayoría de las instalaciones que contienen amianto (como los colegios), están hechas con amianto blanco en conjunción con cemento (fibrocementos).
Como indican Algranti et al. (2019), investigaciones recientes confirman la relación de la exposición a fibras de crisolito con el cáncer de pulmón, a niveles tan bajos como 1.5 fibras-año/ml. Pero no sólo el amianto blanco, sino el resto de tipos son cancerígenos seguros para la OMS. Y es que la exposición al amianto se liga, además de a enfermedades del aparato respiratorio, a otros tipos de cáncer, como el colorrectal.
ConclusiónDecenas de centros escolares en Cartagena (casi todos públicos) tienen materiales de amianto que están en el borde o han sobrepasado su vida útil. El deterioro de estos materiales es evidente incluso a simple vista en algunos colegios. El riesgo de desarrollar una enfermedad mortal en el futuro para los niños y para el profesorado se incrementa cada día que los colegios siguen sin ser desamiantados. La ciencia, de nuevo, sigue sucumbiendo ante la ineptitud de los políticos de turno, y la complicidad de aquellos (profesores) que no hacen nada por evitarlo.
ReferenciasAlgranti, E. et al. (2019). Prevention of Asbestos Exposure in Latin America within a Global Public Health Perspective. Annals of Global Health, 85 (1), 49. doi: 10.5334/aogh.2341
Denuncia por inacción de la Administración en el desamiantado de colegios de Cartagena (2019, septiembre 19).Hangley Jr, B. (2020, enero 27). Fearing unsafe asbestos levels after cleanup, Elkin teachers walk out. Descargado desde: https://thenotebook.org/articles/2020/01/27/fearing-unsafe-asbestos-levels-after-cleanup-elkin-teachers-walk-out/
The Lancet Oncology (2019). Asbestos exposure: the dust cloud lingers. The Lancet, 20 (5), p1035, https://doi.org/10.1016/S1470-2045(19)30462-0
Ruderman, W. et al. (2018, mayo 10). Hidden peril. Descargado desde: https://www.inquirer.com/news/inq/asbestos-testing-mesothelioma-cancer-philadelphia-schools-toxic-city-20180510.html#loaded
Van Dorn, A. (2019). Is there an acceptable level of asbestos use? The Lancet, 7 (2), 112-113. https://doi.org/10.1016/S2213-2600(19)30003-7